Es imprescindible, en tu visita a la provincia de Huelva, que pongas rumbo al «Nuevo Mundo» como hicieron, hace siglos nuestros marineros, llevados por el entusiasmo de la aventura y guiados por su amor al mar.
Imposible sustraerse de esas sensaciones al visitar el Monasterio de La Rábida, enclave en el que el descubridor Cristobal Colón planeó su viaje al cobijo de la orden franciscana. Construido en los siglos XIV-XV, su estilo gótico-mudéjar contrasta con los frescos del pintor Vázquez Díaz. y es una pieza clave para comprender El Descubrimiento que cambió el concepto del mundo.
Muy cerca del monasterio, frente al Parque Botánico José Celestino Mutis y a orillas del estuario del río Tinto, se encuentra el Muelle de las Carabelas se encuentran las reproducciones de La Niña, La Pinta y La Santa María que se construyeron en 1992 para celebrar el V Centenario del Descubrimiento de América.
Palos de la Frontera y, un poco más allá y rodeados de pinares y campos de fresas, Moguer te ofrecen su patrimonio y hospitalidad, para enseñarte el entorno donde se fraguaron todos detalles de esta insigne hazaña.
Además de poder revivir El Descubrimiento, al pasear por Moguer te sentirás acompañado por el alma y por los versos de su más ilustre embajador, el Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez.
Además de las réplicas de los barcos, su principal reclamo turístico, el Museo Muelle de las Carabelas cuenta con un centro de interpretación, el barrio medieval (recreado alrededor de la dársena) y la Isla del Encuentro, en la que se ha intentado recrear la cultura indígena de la Isla de Guanahani, primera isla en la que desembarcó Cristobal Colón, el 12 de Octubre de 1492, y a la que nombró San Salvador.