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Salidas con niños

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Cinco consejos para una excursión y salidas con niños

Las salidas con niños mediante una excursión, es uno de los mejores planes que puedes hacer con niños. Cuando pasamos un día en el campo, o recorriendo un paraje natural, los niños aprenden, hacen ejercicio y estrechan lazos con nosotros. Pasear por la naturaleza estimula sus sentidos, los pone en contacto con realidades alejadas del estrés, el ruido y el humo de la ciudad, les conecta con la naturaleza. Se trata, en definitiva, de una actividad lúdica sana, divertida y que fomenta la sociabilidad de quienes participan en ella y su curiosidad por el entorno.

Ahora bien, no lo vamos a negar: plantear salidas con niños no es lo mismo que si esta se reduce únicamente a adultos. Cuando ellos participan, tenemos que tener en cuenta una serie de factores: ¿cuál es su edad? ¿Le interesa la excursión que estamos planteando? ¿Su duración es adecuada a su edad? ¿Estará acompañado de otros niños?

De nada sirve llevarlos con nosotros de excursión si esta no se adapta a sus necesidades especiales. Al contrario, si las salidas con niños son demasiado larga se cansará y tendremos que cargar con él y si lo que plantea no es adecuado a su edad y conocimientos se aburrirá, y no podremos disfrutarla tampoco nosotros. Del éxito de una excursión depende que todos volvamos a casa contentos, tras disfrutar en la naturaleza y con ganas de repetir la experiencia, o que el niño adquiera cierta aversión y ponga trabas a futuros planes, si la excursión no ha sido de su agrado. Recuerda que el aprendizaje se basa en el éxito de las experiencias; si no, estas pueden generar frustración y resistencias en el futuro.

En este post hemos recopilado una serie de consejos para las excursiones con niños. Aunque tú eres quien mejor lo conoce, y sabrás en qué excursiones puede disfrutar y aprender, y en cuáles se puede aburrir como una ostra, convirtiendo la excursión en una mala experiencia para todos.

1. Antes de salidas con niños: prepara todo lo necesario

El buen equipamiento es fundamental para que todo salga como lo tenemos previsto. Elige siempre ropa y calzado cómodo. En el último caso, pruébalo antes de llevarlo a la excursión, para que se adapte a tu pie y no te haga rozaduras en el camino.

Otro elemento esencial son las mochilas adecuadas a la excursión que vayáis a hacer. Si es demasiado grande será una carga, pero si es demasiado pequeña podría ser incómoda para llevar todo lo que necesitas. Hay también mochilas diseñadas para niños, con tejido de malla acolchado en la espalda que garantiza una ventilación adecuada y un transporte cómodo. Si el niño es lo suficientemente mayor, puedes darle la responsabilidad de controlar qué lleva en su mochila, repasando antes de salir para que tengan todo lo necesario: agua, comida, una prenda fácil de poner y quitar, bufanda, juguetes si son muy pequeños…

También puede ser útil llevar un bastón que ayude a completar el recorrido o a superar los tramos más difíciles.

2. Escoge bien la Ruta

De nada sirve plantear una ruta que a nosotros nos encanta si el niño no lo ve igual, ya sea por su edad o por sus intereses. Si la ruta no es adecuada para él, esa excursión que a ti te parecía ideal puede convertirse en una tortura. Esto no quiere decir que tengas que hacer lo que él exige, pero sí tenerlo en cuenta como factor fundamental a la hora de elegir.

Para acertar, ten en cuenta la edad del niño y la longitud de la ruta. Para excursiones con  niños menos de tres años, no es aconsejable que planifiques rutas de más de dos kilómetros. Puedes llevarlo en una mochila, pero entonces piensa en ti: ¿cuánto puedes recorrer cargando con la mochila portabebés y el niño en ella? No conviene pasarse de ambiciosos: nuestra recomendación en estos casos es que preveas rutas de ocho kilómetros como máximo.

Excursiones con niños A partir de los tres o cuatro años podrán hacer el recorrido andando, pero debe ser una distancia adecuada, de hasta cuatro kilómetros. A partir de los cinco años puede llegar a cinco kilómetros.

En cualquiera de los casos, elige un terreno adecuado para ellos. Busca rutas sin riesgo y con escaso o nulo desnivel. Ten en cuenta también el tipo de suelo: si es demasiado irregular se cansarán antes, y pueden hacerse daño. Conviene que descubra, pero sin riesgo y sin generarle miedos.

3. Busca rutas que estimulen su curiosidad

Aunque a ti te parezcan interesantísimas, hay rutas que a los niños pueden no decirles nada. Una excursión es una oportunidad perfecta para descubrir, pero debemos ofrecerle los estímulos adecuados a su estado madurativo. Cuanto más variada sea la ruta y más novedades ofrezca (un río, bosque, montañas, árboles, animales), más le gustará. Evita los tramos monótonos y, si los hay, ten preparado algo para entretenerlos: una historia relacionada con el lugar o un juego bastarán. Ten en cuenta también que los niños pueden sorprenderse de cosas que para ti pasan desapercibidas. ¡Fomenta su curiosidad y no limites nunca su capacidad de sorpresa!

4. Mira la previsión del tiempo

Es importante ver el tiempo, frio, calor, lluvia, mucho sol… todo eso hace que tengamos que prever, chubasqueros, gorras, botellas de agua….

5. Atento a la hora de la comida.

Es aconsejable preveer, donde se va a comer, si en un restaurante, en casa o en mitad de la excursión. Aconsejamos siempre llevar algo de comida y agua, por si surge algún imprevisto.

 

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