El Camino de Santiago puede ser una de las experiencias más importantes de nuestra vida

Necesidad de desconexión, de reencontrarnos con nosotros mismos, interés cultural o un desafío deportivo. Poco importa cuál sea la razón que nos llevó al Camino de Santiago, si tenemos ciertas cosas en cuenta, puede ser una de las experiencias más importantes de nuestra vida.

¿Te has decidido ya? Si es así, sigue leyendo. A continuación, compartimos contigo algunos consejos esenciales que te ayudarán a disfrutarlo al máximo.

¿Atajos? ¡No gracias!

Muchas personas que se animan a hacer el Camino de Santiago deciden recorrer únicamente los últimos 100 kilómetros
del recorrido para poder hacerse con la Compostela. Aunque esta tendencia se ha hecho popular a lo largo de los últimos años aunque no es la más recomendable. Recorrer únicamente la recta final del camino implica la renuncia a experiencias inolvidables y, de alguna manera, la pérdida de la esencia que caracteriza al Camino. Por otra parte, en este último segmento del trayecto suele estar bastante más congestionado porque en él se fusionan diferentes rutas como, por ejemplo, el Camino Francés, el Primitivo o el del Norte.

¿Cuánto tiempo deberías destinar a tu Camino?

Si te has lanzado ya con al planificación seguramente una de las grandes preguntas que te surjan tenga que ver con el tiempo ¿Cuánto debería durar?

Aunque no existe una respuesta concreta, si hay algo seguro: Cuanto más tiempo puedas dedicarle, mejor. Hacer el Camino de Santiago puede ser una experiencia trascendental y que marque un antes y un después en tu vida. Esto se debe a que, en cierto sentido, es una aventura de autoconocimiento. Al mismo tiempo que se conocen nuevos lugares y personas, los peregrinos tienen la oportunidad de autodescubrirse en muchos sentido. Si tienes la oportunidad, dedícale un mes o, si es posible, más. ¡Merece la pena!

No tengas miedo a la soledad

Si hay una palabra que describe a la perfección esta aventura es desafío. Hacer el recorrido implica enfrentarnos a ciertas situaciones y miedos relacionados con viajar en soledad. Si tienes la oportunidad, plantéate hacer el recorrido a solas. Ir acompañado de amigos o familiares puede limitarnos y, también, una excesiva planificación. Si quieres extraer el máximo partido, lo más interesante es que vayas a solas y, además, sin llevarlo todo excesivamente calculado. Parte de la magia tiene que ver con el que hecho de que pueden pasar cosas inesperadas.

El mejor camino es un camino libre

¿Estás buscando un mapa que seguir? Si es así, quítatelo de la cabeza. Aunque existen rutas como tal, siempre es preferible dejar un margen para trazar nuestro propio camino y la forma en que lo recorremos. Tratar de hacerlo único y tan personal como sea posible, puede marcar una diferencia. Por ejemplo, ¿por qué no hacer el camino inglés a la inversa? ¿Por qué no partir desde algún otro país europeo? ¿Y si empiezas el trayecto a pie desde la propia puerta de tu casa?

Huye de todas aquellas cosas que sean demasiado rígidas. Tener el control de tus pasos y tomar tus propias decisiones forma parte del objetivo de esta experiencia inolvidable.