La importancia de la Atención Temprana
Cada vez se pueden ver más actividades o intervenciones que hablan de la Atención Temprana, pero, ¿qué es? Amaia, logopeda del Centro de Rehabilitación Neurofuncional AIRe, nos lo explica en este artículo.
La atención temprana es el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a su familia y a su entorno, que tiene por objetivo dar respuesta a las necesidades transitorias o permanentes lo más pronto posible, que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que poseen el riesgo de padecerlos (niños con cualquier anomalía congénita, niños portadores de condiciones de riesgo para el desarrollo, niños con enfermedades en el sistema nervioso y niños con condiciones socio-ambientales negativas).
Estas intervenciones deben ser planificadas por un equipo de orientación pluridisciplinar de forma personalizada,
considerando la globalidad del niño.
Desarrollo evolutivo infantil
El desarrollo evolutivo infantil en los primeros años se caracteriza por la progresiva adquisición del control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal y la interacción social. Los primeros años son cruciales tanto para el desarrollo motor como para el cerebral. Sin embargo, es a partir de los doce meses cuando comienzan a ser palpables las primeras sospechas de que algo no está yendo como debería, aunque todavía deben de pasar varios meses para que se dé con un diagnóstico.
Una vez detectados los primeros síntomas, cuanto antes se produzca la intervención, mejores resultados se obtendrán y mejor será el pronóstico de ese niño. No hay que olvidar que la evolución de los niños con alteraciones en su desarrollo, dependerá en gran medida del momento de inicio de la rehabilitación.
El objetivo principal de la Atención Temprana es proporcionar al niño el mayor número de oportunidades para que alcance su desarrollo óptimo en todas las áreas; aumento de las capacidades intelectuales, disminución de conductas disruptivas (rabietas…), desarrollo del lenguaje con sus habilidades pre-requisitas previas (imitación…) e integración escolar (habilidades correspondientes a su edad cronológica).
Si sois unos papás con un niño/a con un trastorno del desarrollo, diagnosticado o no, no dudéis en comenzar lo antes posible a recibir ayuda terapéutica, puesto que dicho apoyo incidirá de forma positiva en el desarrollo de vuestro hijo/a.
