Hablamos sobre la Pedagogía Pikler y el movimiento libre. Las ventajas de un movimiento que los bebés generan de forma espontánea
Existen muchos beneficios usando el método de Pikler, un método que se basa en el movimiento libre bebes. El movimiento de un bebe se da de forma espontánea, y Emmi Pikler nos cuenta sus ventajas. Os contamos qué es el Movimiento Libre y el Método Pikler, su mirada sobre la infancia.
Pikler, ¿Quién Es la fundadora del Movimiento Libre ?
Emmi Pikler nació en Viena en 1902. Fue pediatra y desarrolló su labor profesional en Hungría. Trabajó como pediatra de familia, lo que le brindó la oportunidad de observar de primera mano como se establecían los vínculos de seguridad afectiva entre padres e hijos/as. Invitaba a las familias que acompañaba a intervenir mucho menos y a observar más, estaba convencida de que eran los pequeños detalles, las cosas de todos los días, lo que jugaba un papel importante en el desarrollo del niño/a.
En 1946 le encargaron la dirección de la Casa-Cuna, en Budapest, que se encontraba en la calle Loczy nº3 (por eso puedes conocer esta pedagogía como PIkler-Loczy), que acogía a niños y niñas de 0 a 3 años que por algún motivo habían sido separados de sus progenitores.
Su mayor preocupación era que estos niñas y niños no sufrieran de “hospitalismo”, un fenómeno por medio del cual los bebés que son criados en instituciones se vuelven apáticos, indiferentes y muestran retrasos en numerosos aspectos de su desarrollo.
Su objetivo, era ofrecer a los niños y niñas una experiencia de vida saludable, que resguardase su desarrollo y evitase las carencias que puede traer consigo el vivir en el seno de una institución los primeros años de vida.
¿Cuál es el origen de la pedagogía de Emmi Pikler?
Emmi Pikler identificó dos necesidades principales en la vida de un niño/a:
- La necesidad de apego: a la que va a dar respuesta a través de unos cuidados cotidianos de calidad.
- La necesidad de autonomía: a la que dará respuesta a través del movimiento libre y la actividad autónoma.
Entre los principios pedagógicos más destacados se encuentran:
- Respeto: por ese ser que vamos a acompañar como una persona de pleno derecho, desde el mismo momento de su nacimiento y también respeto sus ritmos individuales de desarrollo.
- Libertad de movimiento: entendiendo que el movimiento es parte fundamental y necesaria de su desarrollo y de su forma de expresarse, ser, conocer y relacionarse consigo mismo y con en el mundo.
- Relación afectiva privilegiada: mediante la estabilidad en los cuidados cotidianos.
- Comunicación: favoreciendo la toma de conciencia de si mismo y de su entorno.
La pedagogía de Emmi Pikler nos invita cambiar la mirada sobre la infancia y la forma en que queremos relacionarnos con las niñas y los niños.
Beneficios de la Pedagogía del movimiento libre para los bebés
Nos habla de un bebé que es capaz desde el mismo momento de su nacimiento, un ser activo y competente, con iniciativa, abierto al mundo y comunicativo, con el cual estableceremos unas relaciones de calidad, basadas en la confianza, el respeto, la honestidad y la autenticidad.
Romina Pérez Toldi, pedagoga especializada en pedagogías del cuidado, nos dice “Al bebé y niño/a pequeño se le habla siempre de forma honesta, se le anticipa lo que va a suceder y se lo trata como a una persona de pleno derecho”.
Aunque cuando nos referimos a esta pedagogía lo hacemos en relación a infantes de 0 a 3 años, en mi opinión, si te sientes identificada con esta forma respetuosa de acompañamiento y la incorporas en el día a día de la relación con tus hijos, no se agota cuando cumple tres años, es una forma de relacionarte que te acompañará el resto de la vida.
“El niño no es una marioneta en manos de un adulto todopoderoso” Emmi Pikler
Emmi Piker identificó dos momentos fundamentales en la vida de un bebé:
- El momento de los cuidados cotidianos (baño, alimentación, sueño, etc)
- El momento de la actividad autónoma y el movimiento libre.
Cuando un bebé no está en ninguno de los momentos de los cuidados cotidianos, es el tiempo de la actividad autónoma.
Estos dos momentos están íntimamente relacionados y no puede darse uno si el otro.
Si atendemos las necesidades (tanto fisiológicas como emocionales) de los bebés, seremos capaces de construir un vinculo de seguridad afectiva. El bebé aprenderá que el mundo es un lugar seguro, se abrirá a conocer el entorno, sus exploraciones serán más largas, estará mas concentrado y su juego será más autónomo.
¿Qué es y en qué consiste el movimiento libre?
El movimiento libre consiste en dejar que el bebé se mueva libremente sin adelantar posturas ni posiciones, ya que entendemos que la voluntad de movimiento se da de forma espontánea y autónoma. Es un movimiento liberado de cualquier voluntad ajena al ritmo interno del bebé.
Según Pikler las diferentes fases del desarrollo motor son consecuencia de un desarrollo madurativo, es decir, se dan cuando el bebé está preparado para ello, sin la ayuda ni intervención del adulto. Este se convierte en un mero observador de las exploraciones del niño/a, mostrándole su apoyo y cariño.
Desde esta mirada, no colocamos al bebé en ninguna postura a la que no llegue por sí mismo:
- No lo colocamos boca abajo, para que “ejercite la musculatura”.
- No lo sentamos antes de que lo haga por sí mismo.
- No le damos las manos para caminar.
La posición boca arriba, es siempre el punto de partida.
Una vez hayan pasado los primeros meses de vida, cuando tu bebé empiece a mostrar interés por algo más que estar en tus brazos, es cuando comienza la etapa de suelo. Cuando hablo de suelo, me refiero a una superficie firme y cálida, en la que dejaremos al bebé siempre boca arriba.
¿Y por qué en esta posición? Porque estando boca arriba el infante tiene libertad de movimiento, puede girar su cabeza ambos lados, descubre sus manos y sus pies y comienza a mostrar interés por los objetos que le rodean, siempre acompañado por la mirada atenta del adulto de referencia.
Colocar al bebé en posturas a las que nos llega por si mismo, no es inocuo, sobre todo durante el primer año de vida. Lo primero, es que lo estamos inmovilizando, toda su energía tiene que estar puesta en mantener una postura que no domina, con la consecuente crispación que eso le provoca.
Además, adelantar posiciones crea mayor dependencia del adulto, el niño/a queda a merced del adulto que es quien decide cuando es el momento de ponerlo en una determinada postura y cuando ha sido ya suficiente. Esto provoca estados de frustración y puede acarrear anomalías en el desarrollo motor.
¿Qué cosas debemos tener en cuenta para practicar movimiento libre?
Es necesario que el bebé lleve ropa cómoda que facilite el movimiento, y cuente con un espacio preparado, según el momento de desarrollo en el que se encuentra, para desarrollar la actividad.
Materiales pertinentes, un espacio seguro, adaptar el espacio según las posibilidades, velar porque el bebé se sienta seguro, tiempo y expectativas ajustadas son algunas de las tareas que recaen sobre el adulto que acompaña.
Pero la más importante es CONFIAR en las capacidades del bebé. Cambiar la mirada sobre la infancia es unos de los retos que tenemos por delante cómo sociedad.
Otra forma de acompañar es posible.
Daniela Broilo. Acompañando la infancia – Juego y Movimiento Libre Valencia
