Entendiendo la disquecia del lactante, un trastorno benigno del bebé con tranquilidad y confianza
Si has notado que tu bebé se pone rojo, hace fuerza o llora con intensidad antes de hacer caca, es probable que hayas oído hablar de la disquecia del lactante. Y si no, aquí te lo explicamos con claridad: no es una enfermedad ni requiere tratamiento médico. Se trata de un proceso totalmente normal en el desarrollo del bebé, aunque pueda alarmar un poco al principio.
Como madres, padres o cuidadores, es natural preocuparse cuando algo parece ir “mal”. Pero la disquecia es benigna y, por suerte, tiene solución: el tiempo.
¿Qué es exactamente la disquecia del lactante?
La disquecia del lactante es un trastorno funcional transitorio del intestino, muy común en bebés menores de 6 meses. Se produce cuando el bebé todavía no ha aprendido a coordinar bien el empuje abdominal con la relajación del esfínter anal.
En otras palabras, su cuerpo quiere evacuar, pero aún no sabe cómo hacerlo sin esfuerzo. Eso provoca que:
- El bebé llore o se irrite antes de hacer caca
- Se ponga rojo o haga fuerza como si estuviera estreñido
- Finalmente haga deposiciones blandas o normales
Esto último es clave: las heces no son duras ni secas, así que no es estreñimiento, aunque lo parezca.
¿Cuánto dura la disquecia?
Este proceso suele durar entre una y tres semanas, aunque puede repetirse varias veces durante los primeros meses de vida. A medida que el bebé madura, su sistema digestivo aprende a coordinarse mejor y este tipo de episodios desaparecen solos.
¿Qué podemos hacer como madres y padres?
La respuesta es sencilla (aunque no siempre fácil): observar, acompañar y no intervenir en exceso. Aquí van algunos consejos desde la experiencia de quienes hemos pasado por ahí:
- Evita masajes, supositorios o sondas rectales. Aunque puedan parecer una solución rápida, pueden interferir en el aprendizaje natural del bebé.
- Acompaña con cariño. Puedes sostenerle, cantarle o simplemente estar a su lado mientras hace el esfuerzo.
- Ten paciencia y confía en su cuerpo. Es una fase que pasa, como muchas otras.
¿Cuándo consultar con el pediatra?
Aunque la disquecia es benigna, siempre es buena idea consultar con el pediatra si tienes dudas o si notas algo diferente. Presta atención si:
- El bebé no gana peso adecuadamente
- Las heces son muy duras o hay sangre
- Hay fiebre o vómitos
En caso contrario, la mejor medicina será el tiempo, la confianza y el acompañamiento amoroso.
Un consejo desde nuestra experiencia
Como madres y padres que hemos pasado por esta etapa, lo mejor que podemos decirte es que no estás sola o solo. Lo que ahora parece un problema, en poco tiempo será solo una anécdota más del crecimiento de tu bebé.
Y recuerda: cada bebé es diferente, pero todos terminan aprendiendo a hacer caca.