Acoso escolar. Qué podemos hacer los padres
Desde que llega a este mundo, el ser humano tiene necesidad de relacionarse, de socializar y es sensible a recibir estímulos. Sus primeras relaciones se producen en el seno materno y en el entorno de los padres. Así, desde que nace, el bebé se estimula y relaciona con sus padres, con su familia, y con miembros de su entorno cercano: los vecinos, la escuela, padres de amigos…
Las relaciones sociales se trabajan con los niños desde pequeños. Es imprescindible dedicar tiempo a enseñar a los niños a ser empáticos con los sentimientos de los demás, pacientes con las cosas que quieren conseguir rápidamente, a ser amables, pero también a ser firmes cuando quieren exceder los límites.
Trabajar constantemente estas y muchas otras cualidades, harán que tus hijos tengan una vida social saludable y que, por norma general, no se encuentren envueltos en situaciones de acoso escolar, ni como acosador ni como víctima.
Cómo podemos ayudar los padres para prevenir el acoso escolar
Nuestro papel como padres es fundamental en el aprendizaje social de nuestros hijos. Para ello tenemos que tener claro una serie de acciones que nos ayudarán a evitar posibles casos de acoso escolar.
- Ten siempre con sus hijos una actitud de escucha activa y acogedora. No les reproches. Si se sienten juzgados, dejarán de compartir contigo sus inquietudes. Si no te gusta la actitud que han tenido en alguna situación, habla con ellos tranquilamente más tarde para enseñarles lo que pueden hacer bien y cómo resolverlo.
- Pasa tiempo de calidad con ellos haciendo algo que os guste a los dos. Evita las distracciones (sin móviles, ni tele encendida). Crearás un vínculo de confianza en el que podrá contarte todo lo que le preocupa.
- No les rescates de las situaciones difíciles. No les hagas las cosas que les cuestan (desde ayudarles a ponerse el abrigo cuando son pequeños, hasta ponerte con ellos a hacer una tarea que tienen que entregar al día siguiente). Tampoco les regales la solución de sus problemas (tienen examen el lunes, hoy estudias esto y mañana esto…). De lo contrario solo entorpecerás su aprendizaje. En su lugar, hazles preguntas abiertas (¿cómo crees que deberías organizarte para que te dé tiempo a saber todo para este examen del lunes?) y déjales que conozcan las consecuencias de fallar. Necesitan ser responsables de sus decisiones y conductas. Pero también necesitan ser ingeniosos y resolutivos cuando les surjan imprevistos o problemas.
- Conoce su entorno. Tienes que saber quiénes son sus compañeros de clase, sus amigos de extraescolares y también sus padres (para esto ayuda mucho estar presente en las fiestas de cumpleaños cuando son pequeños). Observa con quién se relacionan e incluso cómo resuelven los conflictos en el parque. No olvides que hoy en día los niños también socializan online. Por eso es importante que sepas a qué juego está jugando tu hijo y si tiene un chat para hablar con los demás participantes. Si utiliza redes sociales, debes saber cuáles son (la edad mínima para tener cuentas es 13 años) y si con cuentas públicas o privadas. También deberías conocer quiénes son sus seguidores e incluso el contenido que están publicando. Puedes llegar a acuerdos con ellos sobre los límites y los permisos que tienen para habitar el mundo virtual.
- Realiza reuniones con su tutor/a. Los niños pasan muchas horas en el colegio. Es importantísimo saber cómo se relaciona tu hijo en la escuela y si el profesor ve algún comportamiento llamativo (no tan solo a nivel de aprendizaje, sino también a nivel social con sus compañeros). En esas tutorías también puedes comentarle al tutor/a cualquier cosa que os preocupe. Tener una comunicación fluida con el colegio es fundamental.
- Refuerza sus competencias e inteligencias. Es importante que los niños mejoren aquellas actividades o asignaturas que no se les dan bien. Pero igual de importante es potenciar aquello en lo que destacan. Aprovechadlo y sacadle el mayor rendimiento posible. Eso hará que mejore su autoestima.
- Habla con ellos de las emociones, de cómo les hacen sentir. Enséñales a poner límites a aquellas personas que les hacen sentir mal desde la asertividad.
Educa niños con fortaleza interior
Nuestro objetivo como padres es educar niños con fortaleza interior. Por mucho que les allanemos el camino cuando son pequeños, habrá muchas situaciones en las que como padres no les podremos ayudar a medida que crezcan.
Ayúdales a autoconocerse para desarrollar sus fortalezas y disminuir, mejorar y superar las debilidades que tienen. Conocerse a sí mismo les dará seguridad y confianza para solventar problemas.
Recuerda tener con tus hijos una relación positiva y darles muchos tiempos de escucha. Así os pedirán ayuda en los momentos oportunos cuando ellos no puedan solucionar las cosas por sí mismos.
Santiago Sanjuan. Director de Metodium