Te proponemos algunos consejos, para vigilar el peso de la mochila y consigas así no sobrecargar al niño
El peso de la mochila escolar es a menudo es bastante más de lo que deberían. Entre almuerzo, material escolar, libros, ropa de deporte, bolsa de aseo…los niños llevan un exceso de carga en su espalda que puede ocasionarles problemas leves como molestias, dolores o lumbálgias o incluso otros más serios como desviación de columna.
Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para cuidar la salud de los pequeños:
- Elige una mochila adecuada
El primer paso es elegir una mochila que sea ergonómica y esté diseñada para repartir el peso de manera uniforme. Busca una mochila con:- Tirantes anchos y acolchados.
- Respaldo acolchado.
- Ajustes a la altura del pecho o la cintura para mayor estabilidad.
Asegúrate de que el tamaño de la mochila sea proporcional al cuerpo del niño, evitando modelos demasiado grandes.
- Revisa el contenido diariamente
Es importante revisar la mochila cada día para evitar que el niño cargue objetos innecesarios. Retira libros, cuadernos o materiales que no sean requeridos para las actividades escolares del día. - Distribuye el peso de forma equilibrada
Coloca los objetos más pesados (como libros de texto) lo más cerca posible de la espalda del niño, mientras que los más ligeros pueden ir en los compartimentos exteriores. Esto ayuda a que el peso esté mejor repartido y no provoque desequilibrios. - Establece un peso máximo
El peso total de la mochila no debería superar el 10-15% del peso del niño. Por ejemplo, si un niño pesa 30 kilos, la mochila no debería exceder los 4-5 kilos. Usa una báscula para comprobarlo ocasionalmente. - Enseña a usar ambos tirantes
Llevar la mochila colgada de un solo tirante puede provocar una mala postura y sobrecarga en un lado del cuerpo. Enséñales la importancia de usar ambos tirantes para mantener el equilibrio y reducir la presión en los hombros. - Considera una mochila con ruedas
Para niños que necesitan llevar muchos materiales, una mochila con ruedas puede ser una excelente alternativa. Asegúrate de que tenga un mango ajustable para que puedan tirar de ella con facilidad y que sea adecuada para su estatura. - Coordina con la escuela
Habla con los profesores sobre la posibilidad de dejar libros y materiales pesados en el aula. Algunas escuelas permiten el uso de taquillas o estrategias para reducir el transporte diario de materiales. - Fomenta el uso de tecnología
Si es posible, opta por versiones digitales de los libros o materiales escolares. Las tablets o dispositivos electrónicos pueden ser una opción para reducir el peso total de la mochila.
Hay que destacar también la importancia del ejercicio físico, para fortalecer los músculos de la espalda. Es también primordial que, una vez en clase, se cuide la higiene postural, es decir, que estén bien sentados el tiempo que pasan en el aula y que el mobiliario de la misma sea adecuado a su tamaño.
El uso de mochilas con ruedas puede ser positivo pero también ha suscitado polémica ya que algunos especialistas dicen que las muñecas de los niños no deberían soportar este peso al arrastrarlas o subir escaleras.
En definitiva, no existe la mochila perfecta pero una buena educación postural es clave en el crecimiento del niño. Los padres deben ser perseverantes en corregir malos hábitos en las actividades cotidianas de sus hijos.