El desarrollo de la psicomotricidad fina es fundamental en la edad preescolar
El desarrollo de la psicomotricidad fina es fundamental para adquirir otras habilidades vitales importantes. Durante la infancia y, en especial, a lo largo la edad preescolar los niños necesitan lograr buenas destrezas manuales que les permitan comer de forma independiente y ganar autonomía en la higiene personal, así como a la hora de vestirse y desvestirse.
En el ámbito escolar, tanto en la etapa infantil como en primaria la motricidad fina también es crucial para el desarrollo de otras áreas como la lecto-escritura y las matemáticas, así como para las artes plásticas, los juegos de mesa y la manipulación de instrumentos musicales, ordenadores y pantallas táctiles. Los niños que no tienen suficientes oportunidades para desarrollar habilidades manipulativas a una edad temprana tienen más dificultad durante la etapa primaria para realizar las tareas que requieren buenas destrezas manuales y a menudo rechazan estas tareas debido a la frustración y el miedo al fracaso.
La psicomotricidad fina en la etapa infantil
En la etapa infantil es imprescindible que los educadores fomenten el desarrollo de la psicomotricidad fina de una forma amena y divertida a través del juego, creando oportunidades y materiales que ayuden a los niños a mejorar sus habilidades manipulativas. Una metodología proactiva y enfocada en las necesidades y los intereses del niño es especialmente importante para aquellos niños que no demuestran necesariamente un interés particular por las actividades que tradicionalmente se han considerado como “actividades de destreza manual”, tales como las fichas de lectoescritura, la plastilina, las plantillas para recortar y las manualidades.
Ya se sabe que los niños aprenden mejor cuando sienten curiosidad e interés por lo que hacen, y de ahí la importancia de observar a los niños durante el juego libre antes de planificar actividades.
A menudo se tiende a las manualidades tales como enhebrar, dibujar, cortar, pegar o pintar para desarrollar las psicomotricidad fina. Sin embargo, existen muchas otras actividades que a los niños les encanta realizar y les brindan una oportunidad fantástica para desarrollar las destrezas manuales.
Algunas ideas incluyen:
EL RINCÓN MANUAL (“FINGER GYM”)
Se trata de crear una pequeña zona dentro del aula en la que se presente un reto o una actividad enfocada a desarrollar la psicomotricidad fina. Como por ejemplo:
- Insertar limpiapipas a través de los agujeros de un colador de pasta
- Transportar pompones o bolas de algodón utilizando herramientas como pinzas o palillos chinos
- Tableros sensoriales para abotonar, cerrar y abrir cremalleras y cinturones, trenzar pelo o lana, etc.
- Atar cordones
- Clasificar semillas, piedras de colores y distintos tipos de abalorios
- Agujerear y enhebrar hojas
- Enroscar y desenroscar tuercas en tornillos
- Cerrar y abrir candados
- Enrollar hilo en palos y ramas a modo de ovillo
- Enroscar y desenroscar los tapones de botellas de diferentes tamaños
ACTIVIDADES SENSORIALES Y MANIPULATIVAS
- Añadir granos arroz de colores o gravilla a la masilla de modelar
- Añadir acondicionador de pelo a la masilla de modelar para conseguir un buen aroma y suavidad
- Jugar con botones y masilla de modelar
- Usar herramientas y cubiertos como tenacillas, pinzas, cucharas, etc. con arena o agua
- Arcilla y materiales naturales como palos, ramas, piedras, etc
- Transportar agua de un bol a otro utilizando esponjas, jarras y embudos
MÚSICA
- Juegos y canciones con los dedos y las manos
- Crear instrumentos musicales introduciendo granos de arroz, habichuelas o fideos en un bote utilizando los dedos o diferentes herramientas
JUEGO DRAMÁTICO
- Disfraces con distintos tipos de cierre, como botones grandes y pequeños, cremalleras, velcro, cordones, broches, corchetes, etc.
- Cubos y pinzas para lavar y secar las muñecas y la ropita de las muñecas
- Jugar a enhebrar para hacer collares y pulseras para vender en un rincón de juego imaginativo como una joyería
- Jugar con materiales como bolis, lápices, tizas, papel, pizarra, sobres, libretas, etc. en un rincón de juego imaginativo como un restaurante, un hospital, una tienda, una oficina de correos, etc.
MATEMÁTICAS
- Tablero de clavijas con gomas elásticas para crear formas geométricas
- Buscar el número de llave correspondiente para abrir el candado
- Unir cada pinza con su número correspondiente
- Clasificar botones de colores y contar el número de botones de cada color
- Contar abalorios insertados en limpiapipas
LECTO-ESCRITURA
- Formar palabras sencillas utilizando letras escritas en piezas de Lego, tuercas para insertar en tornillos, piedras, pegatinas, pinzas, etc.
- Modelar letras con masilla
- Utilizar canicas para repasar las letras
- Buscar la llave con el sonido inicial de la palabra correspondiente para abrir el candado
Al igual que ocurre en todas las demás áreas del aprendizaje, cada niño madura a su propio ritmo. Sin embargo, los expertos creen que el desarrollo de la psicomotricidad fina en los niños sigue un cierto patrón general y existen “peldaños” u objetivos preestablecidos que los niños van alcanzando en cada etapa del desarrollo.
Los bebés recién nacidos, por ejemplo, apenas tienen control de los movimientos de su cuerpo. Así, van madurando y empiezan a entender que los dedos, las manos y los pies forman parte de su cuerpo y alrededor de los cinco meses de edad empiezan a coger y echar mano a objetos durante cortos periodos de tiempo.
Entre los seis y nueve meses, los bebés ya pueden sujetar objetos, disfrutan agitándolos y los transfieren de una mano a la otra. Conforme crecen y continúan desarrollándose, los bebés aprenden a agarrar objetos pequeños utilizando la pinza digital (con el dedo índice y pulgar). A los 16 meses, ya son capaces de pasar las páginas de un libro de hojas duras.
Los bebés entre uno y dos años de edad continúan perfeccionando la psicomotricidad fina y se valen de esta habilidad para explorar el mundo que les rodea y ganar autonomía. Empiezan a comer de forma independiente, pueden apilar bloques de construcción e insertar juguetes. También empiezan a hacer garabatos y a menudo utilizan el agarre de empuñadura para sujetar los colores antes de comenzar a sujetarlos de una forma más sofisticada.
Los niños de entre 3 y 5 años empiezan a ganar un mayor control de los pequeños movimientos y dominan ciertas tareas como vestirse y recortar con tijeras.
Sin embargo, los niños que presentan dificultades o un retraso significativo en el desarrollo de la psicomotricidad fina pueden necesitar la ayuda profesional de un terapeuta ocupacional, por ejemplo. Es recomendable que los educadores de la etapa infantil observen y evalúen rigurosamente el desarrollo del niño y consulten con los compañeros, el equipo directivo y otras instituciones si el retraso se acentúa.
Bibliografía:
- Brook G., Wagenfeld, A., & Thompson, C. (n.d.). Fine motor development and early school performance. Retrieved 23rd August 2015, from http://www.fingergym.info.downloads/Finemotordevpp1- 4.pdf
- Egle, C. (2004). A practical guide to working with children. Victoria: Tertiary Press.
- Featherstone S. (2008) The Little Book of Fine Motor Skills Featherstone Education